Los procesos de recocido son aplicaciones a alta temperatura para reducir las tensiones, normalizar la microestructura y el tamaño de los granos después del conformado, controlar el tamaño de los granos por recristalización, reducir la segregación y homogeneizar las propiedades.
El estado de tensión residual y la textura se reducen al mantener la pieza a temperaturas elevadas, lo que da lugar a procesos basados en la difusión y releva la microestructura a nivel microestructural en forma de dislocaciones, fallas de apilamiento, maclas y límites de grano. La dureza se reduce al liberar las tensiones residuales introducidas en la estructura.